21/05/2025
Imanol

Lo normal es que hoy tocara hablar de fútbol, del Celta, del Girona y del triste final de temporada. No lo voy a hacer. Lo que toca es despedir como se merece a nuestro patrón en los seis últimos años, el hombre que nos ha llevado hasta lo más alto, a cotas con las que hace no tanto ni soñábamos. Me niego a que estos últimos meses con Imanol al frente se lleven por delante todo lo que nos ha dado, todos sus éxitos. No sería justo.

De bien nacidos es ser agradecidos, y yo desde luego le doy las gracias al oriotarra por las temporadas que nos ha hecho vivir y os adelanto que desde ahora estoy esperando su segunda etapa en nuestra Real, que llegará. Pero en la hora del adiós solo se me agolpan en la mente las grandes tardes que hemos vivido con este equipo, lo que nos ha hecho disfrutar con los resultados y con el juego y, desde luego, especialmente con ese título eterno que nos hizo tocar el cielo desde La Cartuja de Sevilla.

Es verdad que aquella noche del 3 de abril de 2021 nuestra afición no estaba en el campo, pero guardo y guardaré siempre un recuerdo más entrañable precisamente por la forma en que celebramos en nuestras casas el título infinito, el título eterno. Fue épico ver a Illarra subir cojeando a levantar la Copa, esa Copa que levantamos entre todos y que nunca bajará de lo más alto de nuestros brazos. Recuerdo y recordaré siempre los ocho minutos de descuento encerrado en una habitación sin ver ni oír nada. No podía. El cuerpo no me daba más. Y recuerdo ese grito que me salió desde las entrañas cuando llegó el final de una final, en la que para que nada faltara sufrimos un arbitraje lamentable. Y lo digo yo que estuve en Gijón en el primer título, en Atocha en el segundo y en la Supercopa -cuando era Supercopa de verdad, no la pantomima de ahora- y en el título de La Romareda. Lo de Sevilla fue distinto sí, pero precisamente por eso más especial.

No solo fue un título, fue el título que queríamos ganar ante el equipo al que queríamos ganar. Y aquí no hay revanchas. Esa final es irrepetible y la ganamos de forma merecida. Recuerdo y recordaré siempre tu desgarradora intervención en la sala de prensa de La Cartuja. Eras tú, camiseta txuri urdin y bufanda en mano el que estaba allí, pero éramos todos los realzales los que de igual forma estábamos allí gritando hasta quedarnos sin voz. Lo más grande que tienes no es tu categoría personal y de entrenador. No. Lo más grande es que has conseguido que todos nos veamos reflejados en ti, en ese forofo que llevamos dentro. Y vayas donde vayas ninguna afición conseguirá esa identificación contigo, porque tu has sido, eres y serás siempre uno de los nuestros. Has sido nosotros en el banquillo por la forma de vivir los partidos y de celebrar los triunfos. Eras cada uno de los aficionados realistas en el campo por la forma de sentir cada victoria y cada derrota. Y eras todos y cada uno de nosotros haciendo vibrar las paredes de la sala de prensa de La Cartuja con el ensordecedor «erreala ale!»

Por todo ello espero que tu despedida no sea una despedida a medias, al estilo guipuzcoano, porque no te la mereces. Confío en que Anoeta se llene para vivir un momento emocionante y, -llamadme sentimental o lo que queráis, me da igual- lo que más me gustaría es verte dar la vuelta al campo con la Copa infinita y eterna en la mano. Porque tus manos son las nuestras y esa Copa no tiene caducidad, es de todo el realismo, es el punto culminante de una trayectoria que toca a su fin, pero que nos ha hecho disfrutar como nunca.

Eskerrik asko, patrón. Que tengas suerte donde vayas, porque te la mereces y por pedir solo te pido una cosa: no vengas nunca a jugar con otro equipo contra la Real. Será mejor para todos. Gero arte, Ima! Aupa Imanol! Aupa Real!

4 comentarios en «Eskerrik asko, patrón»

  1. El Domingo estaremos en Anoeta para darle las gracias y que se lleve un buen sabor de boca de la afición para que nos eche de menos y quiera venir de nuevo.

    1. Ojalá Miguel. Yo le deseo lo mejor y estoy seguro de que volverá. Una pena que se vaya con este final, pero no se nos puede olvidar todo lo conseguido. Gracias.

  2. Muy buenas Pedro.

    Me has hecho recordar esa noche, abrí la ventana y grite «ERREALA ALE», la celebración de todas las temporadas y sobre todo, la ilusión con la que hemos estado yendo estos años a Anoeta.

    Pero sobretodo con la idea, de que todos los partidos los podíamos ganar.

    Mila esker

    1. Aupa Iñaki. Buenos y recientes recuerdos. Los que hemos sabido disfrutar de todo lo conseguido, sabiendo que aquello no era eterno, somos los que mejor asimilamos una temporada como esta después de un lustro de éxitos. Gracias!

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