Los diez errores de la Real en Anoeta

Vaya por delante que no soy nadie para decirle a Imanol ni a ningún técnico profesional lo que deben hacer en su trabajo. Siempre parto de la misma premisa: ellos, que entrenan todos los días con sus plantillas, son los que más saben. Dicho esto, entiendo de que en esto del fútbol cada uno tiene su opinión. Y, a pesar de lo que piensa Luis Enrique, todas son igual de respetables siempre y cuando se hagan precisamente desde el respeto.

Yo, intentando no aburriros mucho, porque hoy casi nadie tenemos ganas de leer mucho, os voy a dar la mía. La Real está cometiendo muchos errores en el Reale desde hace mucho tiempo, especialmente en este año 2024. Los números no engañan y las cosas que se repiten no son casualidades sino que tienen una causalidad. Mi decálogo de fallos, centrándome en el partido frente a Osasuna es el siguiente:

Primero. Si Take Kubo, el jugador más desequilibrante en ataque de la plantilla, no es titular en esta Real frente a un equipo como Osasuna, apaga y vámonos. El japonés es mejor extremo derecho que Oyarzabal y su suplencia fue un fallo grave.

Segundo: para mí el mejor fichaje de este verano es Sergio Gómez, pero como sigamos colocándole cada día en un sitio, va a terminar siendo un jugador más. De todas las demarcaciones en las que puede jugar la peor es la de lateral izquierdo. Un jugador de su calidad y su rapidez tiene que jugar cerca del área contraria, en el medio o en ataque, pero cerca del área siempre y no de lateral.

Tercero: Más de una temporada después seguimos sin apostar por un delantero centro. El del Madrid es Mbappé. El del Barça, Lewandowski. El del Atletico, Sorloth. El del Villarreal, Barry. El del Athletic, Guruzeta. El de Osasuna, Budimir. El del  Mallroca, Muriqi. El del Celta, Borja Iglesias… y ¿el de la Real? Nadie lo sabe. El partido ante Osasuna lo resume perfectamente. Oskarsson 45 minutos de 9. Oyarzabal, 25 minutos y Sadiq, 20. Y si esta Real va perdiendo 0-2 al descanso frente a Osasuna y quita a su delantero centro en el descanso, es que algo va mal, muy mal.

Cuatro: ¿Es el delantero centro o la forma de jugar? Unido a lo anterior creo sinceramente que el problema, en casa, es la forma de jugar. Si analizamos bien las cosas nos damos cuenta que desde que se fue Sorloth, no nos vale ningún delantero centro. Ni Carlos Fernández, ni Andre Silva, ni Oskarsson, ni Oyarzabal, ni Sadiq… ¿No será entonces que la Real necesita otra forma de jugar en el Reale, más que el hecho de que no valga ningún delantero centro? Para mí, sin duda, sí.

Cinco: Los partidos en Anoeta se repiten uno tras otro, con contadas excepciones. La sensación que tengo cuando llego al campo y empieza el choque es que ya lo he visto unas cuantas veces. Mucho balón, mucho pase, poco acierto, rival ordenado atrás en espera de recuperar un balón y lanzar una contra y de esta forma o a balón parado, gol del rival. Es un ‘dejà vu’ que desespera.

Seis: Un problema que no es pequeño y que se está dando este año es que la Real es un equipo blando. El año pasado sabía parar a los contrarios tras pérdida, ya fuera con faltitas en campo contrario o con buenas transiciones defensivas. Ahora no. Somos muy blandos. Frente a Osasuna, siete faltas por 14 de los navarros. Merino, dónde estás…

Siete: Muy unido al anterior. Un equipo blando no puede jugar tan expuesto porque le pillan, como nos llevan pillando los visitantes durante este 2024. Todos saben la lección y vienen a hacer lo mismo. Por algo será.

Ocho: Balón parado: este es un problema muy grave tanto en ataque como en defensa. El domingo los de Imanol sacaron catorce saques de esquina sin hacer peligro en ninguno de ellos. La mayoría, más de diez, fueron al primer palo y a media altura en busca de una prolongación que nunca se produjo. Osasuna solo lanzó cuatro saques de esquina. En el primero hizo gol. El mal se repite partido tras partido. Y pesa muchísimo.

Nueve: Posesión sí, pero muchas veces inútil. El domingo la Real tuvo el 75% de la posesión, pero no sirvió para nada. Muchas veces los blanquiazules se pasan el balón de un lado a otro del campo, pero sin saber qué hacer. Otras veces somos capaces de llegar a la línea de fondo y en vez de centrar o tirar, nos lo pasamos hacia atrás hasta llegar a Remiro… Parece como si hubiera un miedo terrorífico a perder el balón. Y otras muchas veces, cuando lo recuperamos, lo primero es girarse hacia atrás en vez de buscar un ataque rápido, cuando hay opciones de hacerlo.

Décimo. Desacierto nuestro y arbitral. Sin acierto no hay gol y sin gol no hay paraíso. La Real necesita acertar más en el último pase en ataque y en el remate final. Y calidad tiene de sobra para acertar mucho más en ambos aspectos. Y dejo para el final lo de los árbitros. El del domingo fue otra vez canalla. Escamoteó un clarísimo penalti a Zubeldia en el minuto 12. Y ya van unos cuantos como para que sea casualidad. Decían que este año los agarrones en los saques de esquina se iban a pitar todos. Sólo he visto dos: uno a Zubeldia y otro a Pacheco. Igual es que la nueva norma lo que dice es que este año se van a pitar solo los agarrones de los defensas de la Real dentro del área. Los demás no. Lo miraré por si acaso.

P.D. A pesar de todo lo dicho, máxima confianza en la plantilla y en el cuerpo técnico con Imanol a la cabeza. Seguro que, como otras veces, darán con la solución. Aupa Real!