
Imanol no continuará la próxima temporada en la Real. La noticia saltó el pasado jueves por la mañana, cuando la afición realista todavía nos recuperábamos del varapalo de Mendizorroza. La tristeza y el enfado que sentí después del partido se convirtieron en solo tristeza cuando me enteré de la marcha de Imanol. La opción de que nuestro patrón no continuara estaba sobre la mesa, aunque si soy sincera tenía la sensación de que se iba a quedar, o quizás, más que una sensación, era un deseo propio. Quien me conoce sabe que siempre he sido muy defensora del oriotarra y cuando me enteré de la noticia hasta lloré. Quizás pueda parecer muy exagerado, pero me cuesta mucho imaginarme a una Real sin Imanol. Para mi, y seguro que para muchos jóvenes como yo, ha sido el mejor entrenador que hemos conocido en la Real. Con él hemos visto por primera vez en nuestra vida a los nuestros ganar un título.
Imanol nos ha llevado a toda la familia realista a lo más alto, a competir de tú a tú contra cualquier rival. Con él hemos tocado el cielo. Nos hemos vuelto más ambiciosos, tanto los jugadores como la afición. Además de la Copa del Rey contra nuestro eterno rival, con él hemos estado tres veces en semis de Copa, cinco años seguidos en Europa (uno de ellos en Champions) y además, compitiendo muy bien. Recordemos que el año pasado quedamos primeros en Champions, en un grupo en el que, por ejemplo, estaba el Inter de Milán, que luego fue finalista. Ir a Europa se ha convertido prácticamente en una obligación con él. Imanol ha dotado al equipo de un juego atractivo y ha hecho que Anoeta se llene más. Lo que hoy en día es la Real es, en gran parte, gracias a él.
En el fútbol mandan los resultados. Pero más allá de ellos, lo que nos ha unido al oriotarra es que es uno de los nuestros. Su amor a nuestros colores, a nuestro escudo. Quedará guardado en nuestra memoria el momento en el que, bufanda en mano, cantó el ‘erreala ale’ en la rueda de prensa después de proclamarnos campeones de Copa. Todos fuimos Imanol en ese momento. O cuando dijo que para él la Real es “el equipo más grande” al ser preguntado por una posible marcha de Zubimendi al Barça. Qué orgullo sentimos todos al escuchar esas palabras. Qué grande eres, Ima.
Dejar ir también es querer e Imanol ama a la Real. Por eso, tomar la decisión de dejar el banquillo del equipo de su vida no ha tenido que ser nada fácil. Pero seguro que lo ha hecho por él y por la Real, porque siempre ha querido lo mejor para nuestro equipo, que también es el suyo. Las etapas en el fútbol como en la vida se terminan y ahora que este capítulo ha terminado solo nos queda ponernos de pie y aplaudir a nuestro patrón. Estoy segura de que el último partido le rendiremos el homenaje que se merece. Ayyy se me ponen los pelos de punta solo de pensarlo. Gracias por todo, Imanol. Te echaremos mucho de menos. Siempre serás uno de los nuestros.
Tienes razón Paula. Ha sido el patrón y el que ha dado la cara en los momentos en que los de arriba se metían la cabeza debajo del ala y dejaban en el entrenador la responsabilidad de explicar lo que pasaba. Ahora también me ha parecido que han dejado abandonado al gran entrenador que ha hecho por la Real mucho más que quienes tenían que ser portavoces ante la afición. Imanol se va, le han dejado ir sin hacer nada para que pudiera seguir, lo dice Aperribay: » No estaba preocupado si decidía dejarlo». Yo sí.