Después de ganar al Sevilla en Anoeta, emprendió la Real un largo viaje de cuatro partidos fuera, que le iba a llevar desde ‘el barro’ de Andratx hasta el olimpo de San Siro. Fueron cuatro partidos muy distintos con resultados favorables e incluso muy favorables. Primero, empate a un gol en Pamplona, un choque dominado con claridad pero en el que faltó el segundo tanto. Luego vino Andratx, donde se cumplieron todas mis expectativas -pasar de ronda, que jueguen los suplentes, que no haya lesionados y hasta que marcase Silva-, y después la goleada de Villarreal, en donde los de Imanol confirmaron todo lo bueno que vienen haciendo. Para acabar, la cita de Milán, uno de los templos europeos más complicados para los visitantes, especialmente cuando el Inter tiene la necesidad de ganar. Y la tenía. Allí la Real no solo consiguió lo que buscaba, ser primero, sino que se vino con el resultado más complicado de lograr en ese campo, el empate a cero. Fue el único de los 22 partidos disputados por el sólido líder de la Liga italiana esta temporada en el que no hizo gol.
LIGA, COPA Y CHAMPIONS. Cuatro partidos, entonces, con dos victorias y dos empates, uno de ellos victoria al fin y al cabo. Y grande. Cinco goles a favor y solo uno en contra. Gran bagaje en las tres competiciones. Luego, llegó el empate también sin goles frente al Betis, en donde se confirmó que los grandes esfuerzos en la Liga de Campeones se acusan. No fue injusto el empate, aunque a los puntos la Real fue mejor. Tres goles anulados -dos de ellos por poco- dos postes y dos penaltis más escamoteados, uno a Kubo y otro a Merino. Pero buen punto para seguir arriba en la Liga. Y ahí está el equipo realista, con los objetivos de principio de temporada intactos. En la Liga está en puestos europeos y más cerca de los de Champions que hace un mes. Todavía no ha terminado la primera vuelta y ya son 30 puntos acompañados de un juego brillante muchas veces y casi siempre vistoso y efectivo, con enorme fortaleza defensiva y acusando un poco la obligada rotación en un puesto tan importante como el de delantero centro por culpa de las lesiones. En Copa, en dieciseisavos, en donde visitaremos Málaga y en Champions en octavos, es decir, entre los dieciséis mejores de Europa, con una liguilla sobresaliente, que nos ha dejado noches inolvidables, con las dos del Benfica.
LESIONES. Pero no todo ha sido positivo en este último mes. Las lesiones de Barrene y Brais han supuesto un duro golpe, especialmente porque el primero estaba en su mejor momento desde que llegó a la Real. Una acción fortuita rompió al donostiarra. Y miedo me da que, como dicen, tenga afectada la sindesmosis, porque de ser así su baja será mucho más larga de lo anunciada. La que en absoluto fue fortuita fue la de Brais, al que Capoue cazó con un impropio patadón a un jugador que estaba en el suelo. No tiene ninguna justificación lo que hizo el francés, rompiendo el brazo al gallego y dejándole fuera por lo menos durante un mes y sin la cita de Milán. No me gustan esas acciones violentas, que encima causan lesión. Y mucho menos me gusta que encima Capoue se fuera de rositas. Lamentable.
DE CÁDIZ A PARÍS. Pero toca seguir y acabar el año. La Real visita el día de la txistorra Cádiz, en donde se encontrará un equipo en problemas, pero que se juega una final ante los realistas. Zaldua, Navarro y sus compañeros saben que necesitan ganar para no acabar el año en puestos de descenso. Ante ellos, los de Imanol deben mantener muy alta la exigencia. Son tres puntos de oro para cerrar un año inolvidable y alcanzar los 33 puntos en 18 partidos, es decir, a falta de uno para que termine la primera vuelta. Es mejor la Real, por supuesto, pero eso hay que confirmarlo en el campo, en donde será necesaria la misma actitud que en Milán. Y ¿París? La mala suerte de la Real en los sorteos es indudable, pero si queríamos jugar la Champions es para afrontar eliminatorias como esta ante uno de los grandes, pero que no termina de dar el paso en Europa. Ahora mismo poco se puede decir de esta eliminatoria, ya que faltan dos meses. A ver en dónde están unos y otros. De momento toca Cádiz. A por ellos.