Cuando el caballo no quiere beber

La derrota frente a Osasuna nos dejó a todos muy mal cuerpo. La incapacidad realista para llegar al gol, por mucho que lo intenta, está pasando factura y los de Imanol han salido de los puestos de Europa, se han alejado de los que le preceden y han perdido la renta sobre los que vienen por detrás. Se tuvieron que juntar todos los infortunios posibles para que un Osasuna con muy poco y ultradefensivo se llevara los tres puntos del Reale. Una pena por lo inmerecido, pero también es cierto que la Real se ha secado en ataque en un momento trascendental de la temporada.

No es momento, sin embargo, de dudar, sino al contrario, de insistir. La Real crea ocasiones en todos los partidos, tiene el fútbol suficiente para llegar a boca de gol con ventaja y si lo sigue haciendo, los goles irán cayendo. Seguro. Estamos en uno de los meses más atractivos de la historia de nuestro equipo y las dudas están de sobra. Es evidente que sin goles no hay paraíso, pero de estas rachas que suelen pasar muchos equipos solo se sale de una manera, insistiendo en lo mismo.

Recuerdo una de las frases geniales de John Toshack, precisamente cuando su Real pasó una racha similar. Para afirmar que no estaba preocupado por ello, soltó aquello de «tú puedes llevar el caballo a beber agua, pero como no quiera beber, no tienes nada que hacer». Y luego se explicó: «Aunque metas la boca del caballo en el balde de agua, si no quiere beber, no va a beber. Nosotros llevamos el caballo hasta el agua en todos los partidos. Ese es nuestro trabajo y lo estamos haciendo bien. No vamos a cambiar nada. En el siguiente partido intentaremos llevar el caballo hasta el mismo sitio. Y ya verás como antes que tarde, el caballo beberá».

La Real de Imanol está llevando su caballo a beber y por eso el técnico se mostró seguro  y confiado de lo que está haciendo su equipo. Lo preocupante sería no saber acercar el caballo hasta el agua. Ahí sí tendríamos un problema, porque más grave sería no crear ocasiones de gol. No queda otra que levantarse y seguir con el trabajo que nos ha traído hasta aquí. Sin dudas. Un equipo con Oyarzabal, Silva, Sadiq, Barrene, Kubo y centrocampistas como Brais o Merino, por ejemplo, tiene gol lo mires por donde lo mires. Y si la propuesta de su entrenador es tan ofensiva y arriesgada como la de Imanol, todavía más.

Dejemos atrás Osasuna. Y vayamos a París. Llevemos el caballo a beber de las fuentes parisinas. Y disfrutemos de un partido histórico. Insistamos en lo que este equipo lleva haciendo cinco años. Fuera dudas y plena confianza. Y a ver si nuestro capitán puede regresar cuanto antes.